lunes, 13 de diciembre de 2010

Por culpa de los mayores...



Por culpa de los “mayores” se pierden los menores
Y el problema se agranda cuando esos menores se convierten en mayores.

Hablando de religiones Afrocubanas y al no haber una cultura religiosa en occidente, la mayoría de la gente llega a la religión sin el más mínimo conocimiento y la mayoría de los padrinos simplemente se limitan a consultarlos y decirles se tienen que hacer estos ebos, con el tiempo les van indicando lo que tienen que hacer pero no les enseñan lo que deben aprender, al paso de uno o dos años vemos que no han aprendido nada y buscan en Internet y de alguna u otra manera “creen” lo que allí se dice aunque en Internet hay mucha información valiosa pero también hay mucha basura, cuando le preguntan al padrino si es cierto aquello que leyeron en Internet les dice “esos son secretos que tu no debes saber”. Posteriormente le entregan guerreros, por supuesto sin la mas minima enseñanza, lo único que les dicen es dale aguardiente y tabaco todos los lunes. Ya después lo que le dicen es “ya tienes que coronar el santo” y después de coronarle el santo al ahijado se siguen olvidando de guiarlo dentro de la religión, así que el ahijado consigue unos libros de religión y por iniciativa propia se pone a hacer obras al pie de los santos y si corre con la mala fortuna de que sus obras funcionen, seguramente le dará confianza para ponerse a consultar a otras personas y de esta menara habrá nacido un religioso más.

De manera similar sucede en palo, santo e ifa.

Padrinos, sus ahijados son el reflejo de tu casa ante todos los demás.

Ahijados, el hecho de que paguen por una ceremonia de iniciación “les autoriza” a utilizar los Oráculos de la religión pero no ganan nada con tirarlos si no cuentan con el conocimiento para interpretarlos, preocúpense por aprender y exíjanle a su padrino que les enseñe ya que de lo contrario serán un religioso más.

Invito a todos los padrinos a que capacitemos a nuestros ahijados ya que de esa manera nos veremos obligados a seguir aprendiendo.

Recuerden que ¡Nadie puede enseñar lo que no sabe!

Enrique